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Las cuatro ideas de Mauricio Lizcano que buscan romper la polarización política

El electorado colombiano muestra un creciente agotamiento frente a la polarización que ha dominado el debate público durante años. La confrontación constante entre izquierda y derecha se ha convertido en un “diálogo de sordos” donde las acusaciones y descalificaciones sustituyen las propuestas, dejando a los ciudadanos atrapados en un ruido que no resuelve sus problemas cotidianos.

En este contexto emerge la figura de Mauricio Lizcano, un candidato que busca romper ese ciclo con una propuesta basada en el sentido común y la ejecución. Su discurso pretende alejarse de las etiquetas ideológicas para enfocarse en soluciones prácticas. A continuación, se presentan las cuatro ideas centrales de su plataforma, que aspiran a ofrecer una alternativa a la división política tradicional.

1.La rebelión del centro: una apuesta contra la polarización

El concepto eje de Lizcano es el colombianismo, una visión que se presenta como antídoto frente a la división política. Sostiene que la dicotomía “derecha vs. izquierda” es un sofisma de distracción utilizado para mantener al país enfrentado, mientras los verdaderos problemas siguen sin solución.

Lizcano plantea un “centro rebelde”, no como una postura tibia, sino como una actitud firme que privilegia la gestión sobre la ideología. “Los políticos deben convertirse en ingenieros de lo posible”, afirma.

Para ilustrar su posición, cita dos ejemplos:

- Reforma a la salud: Denuncia que el enfrentamiento entre modelos totalmente privados o públicos ha paralizado al sistema. “Llevamos tres años peleando por la reforma a la salud y estamos en el peor momento de la historia”, asegura.

- Reforma laboral: Rechaza la idea de que se deba elegir entre empresarios o trabajadores. “No hay empresa sin trabajador, ni trabajador sin empresa”, sostiene. Según él, ese falso dilema alimenta luchas de clase que impiden un sistema laboral equilibrado.

“Un país dividido —advierte— es un país fracasado.”

2. Seguridad al estilo Escobar: revivir los bloques de búsqueda

Una de sus propuestas más contundentes es la creación de bloques de búsqueda para enfrentar la criminalidad a gran escala. Inspirado en los grupos de élite que desarticularon a Pablo Escobar y al Cartel de Cali, plantea conformar unidades especializadas, apoyadas por Estados Unidos, para perseguir “objetivos de alto valor”.

Con esta estrategia, Lizcano combina el discurso de mano dura con una identidad de centro pragmático, buscando atraer a los votantes preocupados por la inseguridad sin adoptar del todo la narrativa conservadora.

El candidato pone especial atención en zonas críticas como la antigua zona de distensión y el sur del Meta, regiones que conoce de primera mano: durante el secuestro de su padre tuvo que viajar por esa área para intentar negociar con el secretariado de las FARC.

3. Adiós a las filas: medicamentos en cualquier farmacia del país

Lizcano propone una medida que denomina de “sentido común”: permitir que cualquier ciudadano con fórmula médica pueda reclamar sus medicamentos en cualquier farmacia del país, sin depender de los puntos asignados por las EPS.

Según explica, la iniciativa tiene tres beneficios concretos:

- Elimina las largas filas en los puntos de entrega.

- Suprime intermediarios que, según él, “se roban el 10 %”.

- Reduce un importante foco de corrupción en la distribución de medicamentos.

Con esta propuesta, busca consolidar su imagen de solucionador de problemas cotidianos, reforzando su mensaje de eficacia: los políticos deben hacer que “pasen las cosas”.

4. “Hágase”: la promesa de un ejecutor con proyectos concretos

Su filosofía de “ingeniero de lo posible” se traduce en compromisos específicos, especialmente con el departamento del Meta, donde asegura tener un vínculo personal: su esposa es de Villavicencio.

Entre sus proyectos, destaca:

- Doble calzada a Bogotá: Completar el carril faltante hasta el Tablón de Cáqueza mediante el mecanismo de obras por impuestos, evitando nuevos peajes.

- Acueducto de Villavicencio: Declara “inconcebible” que la capital del Meta no tenga un sistema de agua confiable. Promete declararlo obra de interés nacional y asegurar los recursos para su ejecución.

- Reindustrialización del Meta: Propone convertir al departamento en un polo de desarrollo industrial, aprovechando su ubicación estratégica y el bajo costo de la tierra. “Bogotá ya no tiene dónde crecer; aquí hay espacio, tierra plana y barata”, afirma.

Lizcano resume su visión con una frase que condensa su frustración ante la inacción política:

“Hay cosas en la vida que lo único que hay que hacer es decir ‘hágase’. Pero pareciera que en este país a los políticos les cuesta decir ‘hágase’ y no lo hacen.”

Para reforzar su perfil de ejecutor, recuerda que durante su gestión como ministro destinó 90.000 millones de pesos a inversiones en el Meta.

¿la ingeniería de lo posible?

La plataforma de Mauricio Lizcano combina pragmatismo, ejecución y discurso antagónico a la polarización. Su narrativa de “centro rebelde” busca conectar con un país cansado de los extremos, apostando por la acción y los resultados.

Más que una ausencia de ideología, su propuesta se define como una ideología de la acción. En una Colombia acostumbrada a los discursos irreconciliables, su pregunta final resuena con fuerza:

¿Podrá el “sentido común” convertirse en la nueva forma de hacer política?

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