Page Nav

HIDE
GRID_STYLE

Pages

AHORA:

latest

¿Votó por un cambio? Descubra el clan político detrás del Pacto Histórico

Columna de opinión | Por Carlos Hernández


Muchos colombianos votaron por el llamado Pacto Histórico convencidos de estar rompiendo con las maquinarias que por décadas se repartieron el país como un botín. Pero detrás del discurso de transformación y justicia social, se movía una maquinaria mucho más sofisticada: una alianza de clanes tradicionales disfrazada de renovación.

La gran sorpresa fue que el candidato más votado del Pacto al Senado no fue un líder social, ni un representante de las bases populares, sino Pedro Flórez, un completo desconocido para el electorado. Su mayor mérito político no está en los movimientos alternativos ni en las luchas ciudadanas, sino en su parentesco con el Clan Torres, una de las estructuras políticas más poderosas del Atlántico. Así, el gobierno del cambio terminó siendo, una vez más, el refugio perfecto para quienes juró combatir.

El senador invisible

Pedro Flórez lleva tres años sentado en el Congreso bajo las banderas del Pacto Histórico, pero pocos saben quién es o de dónde salió. Su poder no proviene del voto de opinión ni del ideario progresista: proviene de un apellido. El de una familia con larga experiencia en la gestión del poder y en el rentable arte de contratar con el Estado.

El Clan Torres ha sido históricamente un entramado familiar que asegura su supervivencia política ubicando a sus miembros en distintos partidos (de la U, Liberal o ahora, del Pacto Histórico) según sople el viento del poder.

Su estructura es digna de estudio:

- Euclides Torres, el patriarca y principal financiador.

- Efraín Torres, su hijo, exrepresentante a la Cámara por el Partido de la U.

- Camilo Torres, hermano de Euclides, casado con Marta Villalba, exrepresentante a la Cámara.

- Dolcey Torres, otro hermano, actual representante por el Partido Liberal.

- Karina Llanos Torres, sobrina y exdiputada por el Partido de la U, hoy esposa del senador del Pacto Histórico, Pedro Flórez.

El propio Florez lo reconoció sin sonrojarse:

“Lo que ustedes llaman clan es mi familia... fue fundamental en la elección del actual señor presidente de la República y yo creo que como actores políticos van a seguir jugando en el escenario político del país.”

Del apoyo político al negocio estatal

El respaldo del Clan Torres a la campaña presidencial de Gustavo Petro no fue un gesto ideológico, sino una inversión. Y como toda inversión, debía generar retorno.

El vínculo clave fue Armando Benedetti, figura central en la campaña del hoy presidente y viejo aliado de Euclides Torres. No es un secreto: en 2014, Benedetti aspiraba al Senado con Efraín Torres (el hijo del patriarca) como su fórmula a la Cámara.

Los nexos son tan evidentes como incómodos:

- Euclides Torres financió la famosa tarima “P de Petro” en el Atlántico.

- Le prestó 3.000 millones de pesos a Armando Benedetti.

- Y dos de sus empresas figuran oficialmente como financiadoras de la campaña del Pacto Histórico.

El resultado llegó pronto. En los primeros 24 meses del actual gobierno, el Clan Torres ha firmado más de 148 contratos con el Estado, por un valor superior a 200.000 millones de pesos. Incluso intentaron tramitar un proyecto de ley que beneficiaba sus intereses empresariales en temas de movilidad (SOAT y revisión técnico-mecánica) aunque la iniciativa fue frenada a tiempo.

El truco de la lista cerrada

¿Cómo logra un desconocido llegar al Senado sin hacer campaña? Sencillo: gracias al sistema de lista cerrada. Bajo este mecanismo, el ciudadano no elige personas, sino logos. Así, cada voto por el Pacto Histórico fue, en realidad, un voto por toda la lista, incluyendo a Pedro Flórez y, con él, al Clan Torres.

Lo que muchos creyeron un ejercicio de “unidad política” se convirtió en una puerta giratoria perfecta para que los clanes tradicionales entraran disfrazados de cambio.

¿Cambio o reciclaje político?

La evidencia es contundente. Las maquinarias que el Pacto Histórico prometió erradicar no solo sobrevivieron: prosperan dentro de él. El voto por la transformación terminó fortaleciendo a los clanes de siempre, expertos en adaptarse a cualquier color político con tal de mantener sus privilegios.

Y mientras el país sigue esperando señales de un verdadero cambio, los clanes celebran su victoria silenciosa: la de infiltrarse en el discurso del cambio sin siquiera tener que cambiar.

No hay comentarios

Tu opinión es importante, compártela con nosotros, guardando respeto por los demás y cuidando tu lenguaje