Como parte de las acciones para reactivar la vía al Llano, luego de casi 70 días de cierre en el kilómetro 18 por un monumental derrumbe, el pasado sábado 15 de noviembre el Instituto de Turismo del Meta realizó un banderazo para dar la bienvenida a los miles de conductores que ingresaron al departamento.
El cierre de este tramo, que conecta a Bogotá con la Orinoquia, generó un fuerte impacto económico en múltiples sectores. La hotelería registró un aumento considerable en la cancelación de reservas; los operadores turísticos dejaron de percibir millonarios ingresos debido a la reducción de visitantes; y el comercio y la industria también se vieron seriamente afectados.
Según Ronald Lozano, nuevo director del Instituto de Turismo del Meta, la reapertura representa una “bocanada de aire” para la economía regional, duramente golpeada durante el cierre.
“Hay que recalcar que el cierre de la vía no fue responsabilidad ni de la gobernadora ni del Gobierno departamental. Era un tema que debía ser atendido en su totalidad por el Gobierno Nacional y el concesionario vial”, explicó Lozano.
Los esfuerzos de la gobernadora Rafaela Cortés Zambrano llevaron a que el Ministerio de Transporte instalara un Puesto de Mando Unificado (PMU) nacional, en el que participaron el Invías, la ANI, la Gobernación del Meta y la Alcaldía de Villavicencio. Esta articulación permitió agilizar la consecución de los recursos necesarios para intervenir el punto crítico y avanzar en la reapertura del corredor vial.

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