Preocupado por el impacto de la crisis en el suministro de agua que enfrenta Villavicencio, el presidente ejecutivo de la Cámara de Comercio, Hugo López, se reunió con delegados de los comerciantes del centro de la ciudad.
El directivo gremial advirtió que la falta de agua en los hoteles del sector céntrico, aunque parezca un contratiempo puntual, evidencia un problema mucho más profundo. Lo que surgió como una dificultad para un grupo de establecimientos es, en realidad, la primera señal visible de un sistema de acueducto que podría estar al borde del colapso.
En la reunión, realizada en las instalaciones de la Cámara de Comercio de Villavicencio, y que contó con la presencia de los hoteleros afectados y el gerente del acueducto municipal, quedó claro que la crisis no obedece a la falta de agua en las fuentes hídricas, sino al deterioro de la red encargada de transportarla.
Según indicó López, el gerente explicó que las fallas en el suministro responden, en gran medida, a problemas técnicos derivados de una infraestructura “de alguna manera obsoleta”, lo que desplaza la discusión de una supuesta escasez natural a la necesidad de inversiones y decisiones de gobierno. Ya no se trata de atribuir responsabilidades al clima, sino de exigir avances en la modernización de un sistema que no responde a las necesidades actuales de la ciudad.
La reunión con el acueducto no fue fortuita. La presión de los empresarios, articulada y oportuna, logró romper la inercia institucional y provocar la intervención de un mediador que facilitó un encuentro directo con la gerencia.
Este esfuerzo colectivo permitió obtener un compromiso concreto: la adopción de medidas inmediatas para garantizar un flujo más estable de agua en el centro de Villavicencio. Un logro que evidencia el impacto de la acción organizada cuando se exige atención a las autoridades.
Aunque los hoteles del centro activaron el diálogo, pronto quedó claro que el problema es mucho más amplio. El gerente reconoció que la situación afecta a toda la ciudad, y que las medidas acordadas con el sector hotelero buscan mitigar parcialmente una crisis que también golpea a miles de hogares y comercios.
Este reconocimiento confirma que el desabastecimiento de agua es un fenómeno generalizado en Villavicencio y que las soluciones aplicadas hasta ahora solo representan un alivio temporal ante un problema de fondo.
La crisis deja tres conclusiones centrales: una infraestructura que requiere modernización urgente, el valor de la ciudadanía organizada para exigir respuestas, y la confirmación de que el problema del agua afecta a toda Villavicencio.

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