La Alcaldía de Chipaque, en coordinación con el Comité de Gestión del Riesgo de Cundinamarca y otras autoridades, solicitó la suspensión temporal de los trabajos de limpieza y remoción de material en la zona del k18+000 de la vía Bogotá–Villavicencio, debido al incremento del riesgo en la parte alta del talud.
De acuerdo con el informe, al despejar la parte baja del derrumbe sobre los carriles, se ha reactivado un flujo de lodo que acelera el desprendimiento en la parte alta del talud. Esta situación fue corroborada por el Cuerpo de Bomberos, lo que llevó a la determinación de detener las labores mientras se obtiene un diagnóstico geológico y geotécnico más preciso.
El concesionario Coviandina confirmó que suspenderá los trabajos iniciados desde la madrugada del sábado, hasta tanto se defina la estrategia técnica más segura para atender la emergencia. Mientras tanto, los esfuerzos se concentrarán en la habilitación de la vía antigua, lo que permitirá el paso de vehículos en ambos sentidos bajo la condición de pasos alternos.
En el PMU participaron representantes de la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI), el Cuerpo de Bomberos, la Gobernación de Cundinamarca, la Alcaldía de Chipaque, autoridades de tránsito de Bogotá, la Policía Nacional y líderes comunitarios del sector, quienes mantienen labores de inspección y vigilancia en la zona.
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