En un nuevo consejo de ministros celebrado este martes, el presidente Gustavo Petro encabezó una jornada marcada por la tensión, los reproches y decisiones inesperadas dentro de su gabinete. El encuentro, convocado para hacer balance de los proyectos del Gobierno, derivó en un fuerte llamado de atención al embajador de Colombia en Estados Unidos, Daniel García Peña, y en la destitución en vivo del viceministro de Agua, Edward Libreros.
“Es en compañía que uno se defiende de un monstruo como Trump”, afirmó el presidente, mientras convocaba a movilizaciones para este viernes.
El jefe de Estado insistió en la necesidad de mantener el diálogo con Estados Unidos:
“Señor embajador, lleve las razones, pero por donde toca, porque esa oportunidad de dialogar con argumentos siempre hay que mantenerla o terminamos en una masacre del pueblo latinoamericano que debemos, como Gobierno, evitar”.
La tensión aumentó cuando el mandatario dirigió su atención a la ministra de Vivienda, Helga Rivas, por el manejo del presupuesto destinado al agua potable. Petro denunció presuntas prácticas de politiquería en la construcción de acueductos y, en medio de la transmisión, anunció la salida del viceministro Edward Libreros.
“El viceministro de Agua le cree más a Andesco que a nuestro proyecto. Por eso es que el acueducto Cereté - Ciénaga de Oro no está hecho (...). Usted está atravesado en que se expida el nuevo régimen tarifario de aseo que beneficie a los recicladores y consumidores, y se acabó, no va más, hermano. Este Gobierno no vino a obedecerle a los gremios”, expresó Petro.
La ministra Rivas, por su parte, respondió defendiendo a su viceministro y cuestionando las decisiones presupuestales del Ejecutivo. Señaló que los recursos de la cartera son insuficientes y que la priorización de gastos (como la compra de aviones) ha limitado los avances en materia de agua potable. También recordó que, tras tres años de administración, aún no se ha completado la designación de los comisionados de la Comisión de Regulación de Agua Potable (CRA), lo que ha frenado varios proyectos.
El consejo de ministros dejó ver nuevamente las fracturas internas dentro del Gobierno y la creciente presión sobre las metas de gestión en el último tramo del mandato. Las declaraciones del presidente y la destitución pública de un alto funcionario evidencian el clima de inconformidad y el tono autocrítico con el que Petro busca reimpulsar su agenda en medio de un contexto político cada vez más complejo.
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